"¡El futuro fue repentinamente visible!" Visible y condensado en una silla que seguía la visión de El Lissitzky de "flotar y volar", sin necesidad de cuatro patas. La silla voladiza. Un mueble con un marco doblado que hace que aquellos que buscan relajación casi sientan que pueden volar. Hace 40 años, Tecta comenzó a colaborar con Mart Stam, Marcel Breuer y Jean Prouvé para actualizar esta construcción sin patas traseras. Hoy en día, la silla voladiza de Tecta es un clásico, un icono y una marca registrada.
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