La silla asimétrica, B1, puede considerarse representativa de este trabajo de colaboración. Entre sus precursores se encuentran las esculturas de sillas que dan lugar a un producto con múltiples opciones de asiento, una de las cuales es la amplia silla de zapatero apreciada por Wewerka.
La B1 se sostiene sólidamente sobre tres patas, una parte del respaldo hace las veces de reposabrazos, y el cambio de posición sentada puede sugerirse de hecho mediante el patrón de formas y el material. Ya no se trata de sentarse en filas, sino que permite una serie de conversaciones y actividades. El detalle en el acabado, con patas cónicas y transiciones suaves en el respaldo, por ejemplo, muestra lo alejado que está el B1 del bricolaje, desarrollado como un objeto independiente que trabaja en una armonía formal y funcional propicia para la comunicación no jerárquica. Una aspiración que también cumplen los demás diseños de Wewerka para Tecta.
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