El elegante porte hace juego con la belleza y la sofisticación. La combinación -que alberga una explosión retro- sigue aunando confort como traducción singular del sillón Oiapoque. De origen tupí-guaraní, la palabra oiapoque deriva del término 'oiap-oca' y contiene el significado de casa de los waiãpis o de los guerreros. La memoria y los conocimientos ancestrales que celebran el arte milenario de la cestería se reúnen bajo el mismo techo inspirador. Forjado en aluminio, el diseño da visibilidad al tejido artesanal de la cuerda náutica que hace referencia al entrelazamiento de fibras naturales. La acogedora estructura resuena con un abrazo envolvente y cálido. Estética, función y un puñado de narraciones para la decoración contemporánea que cultiva la herencia de los pueblos autóctonos.
Disponible en varios colores
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