Sofisticado, atractivo, acogedor. El Sillón Ikal se ancla en la ligereza del rasgo orgánico, realzando la conexión con la naturaleza. El orgulloso porte de la estructura de tubos de aluminio equilibra fuerza y delicadeza. Da salida al movimiento fluido que recorre el diseño y, en la sinuosidad exacerbada, juega con deshacer la rigidez del metal. La inspiración arraigada en los árboles centenarios de los bosques brasileños remite a la grandeza de resistir al tiempo y asistir a las transformaciones a merced de las infinitas estaciones. Establece el aire sagrado inherente a los bosques y a toda la biodiversidad presente en ellos. Diseño con aura de lo sagrado, como revela la traducción del nombre tomado de la civilización maya.
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