Un florecimiento poético, en minucias que transportan la imaginación a respirar el bosque en la abundancia del verde y toda su atmósfera. El dibujo dirige la mirada. Invita a contemplar cómo la estructura de acero inoxidable se despliega en porciones y revela la exuberancia de la flor de Anahí en la originalidad de la silla homónima. La expansión -destacada por el intrincado amarre artesanal de la cuerda naval- parte del núcleo que alberga la tapicería y alcanza los bordes en la facilidad del patrón concéntrico. Los laterales mantienen la delicada ondulación que deja suspendido el despliegue del pétalo. El detalle resuena con una pausa de la naturaleza a punto de coronar el acto de florecer. La inspiración tomada de la flora brasileña ahonda en las leyendas que atraviesan el tiempo y se relatan en la oralidad de los descendientes de la tribu tupí. Anahí, que significa "bella flor del cielo" en la lengua nativa, es una oda a la belleza imantada por el tono escarlata. Estética escultórica que da asiento a un diseño contemporáneo y sofisticado.
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