La elección de la sección en forma de lágrima, recurrente en la obra de Michael Anastassiades, permite a Okay obtener un doble resultado: con el suelo tenso resalta el nivel sobre el que posicionar la palma de la mano, con la curva oculta permite un cómodo agarre.
Me parece un acertado equilibrio de "forma-función", una manilla con un estilo decidido y contemporáneo.
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