La D4 es un clásico atemporal con su propia magia especial, y una silla con la que creció la diseñadora y artista británica Esther Wilson. Le trae recuerdos de sus abuelos, los arquitectos Alison y Peter Smithson, que tuvieron una D4 y colaboraron estrechamente con Tecta.
La diseñadora Esther Wilson, que es bordadora de formación, ha creado así una obra de pensamiento poético que rinde homenaje a la silla de Breuer y a la Bauhaus. Basó su nueva edición en el Manifiesto de la Bauhaus en su diseño original. En un ejemplar, Wilson resaltó con distintos colores varias palabras y notas manuscritas que consideraba importantes.
Según su posición en el Manifiesto, bordó los bloques de color resultantes en las superficies textiles de la D4. Y al hacerlo, creó piezas de bordado intensas y mínimas. Obras de arte con un ritmo único de disposición y repetición de colores. Los tamaños y las proporciones de los bloques de color varían según el estilo de la silla: Wilson ha personalizado el patrón a escala para cada versión.
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