Si la base de este candelabro, los tres brazos de luz, son de inspiración muy clásica, próximos al modelo de Joseph Silffred Duplessis de 1760 conservado en el Museo del Louvre, el resto de la composición es nuevo.
Partiendo de una placa de luz en forma de flor finamente cincelada, un águila con el plumaje desplegado sostiene en su pico la cadena que lleva los tres brazos de luz.
La forma muy rectilínea y simétrica de los brazos está hábilmente equilibrada por los ornamentos vegetales que los cubren, cuyas curvas responden al plumaje del águila.
La elección de este animal, si evoca el Primer Imperio, debe sin embargo compararse con modelos anteriores, como los brazos con el águila y el caduceo del Palacio de Versalles (que datan de 1789).
---