Este aplique se inspira en un modelo de araña de Josef Hoffmann (arquitecto y diseñador miembro de la Secesión vienesa).
En efecto, la parte inferior del aplique, compuesta por tres hojas de palmera adornadas con gotas, se aproxima a la del exitoso modelo del arquitecto austriaco.
Sin embargo, la composición es más compleja que la original.
Una placa luminosa, cuyos ornamentos recuerdan el siglo XVIII, completa el escenario de palmeras, rematado a su vez por una concha. Esta última se abre en tres pisos en media corona, decorados con gotas.
Estas coronas recuerdan las arañas de los países centroeuropeos (se piensa en la araña de Werner y Mieth, de gusto ruso, que data del siglo XIX y se conserva en el Museo Mathieu), así como los bordes de la concha adoptan la forma de colada de lava.
Mezclando hábilmente estas tres partes, este aplique ofrece una luz muy suave, gracias a las gotas de cristal que actúan como celosía.
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