Líneas puras que tienden al infinito, consagradas en figuras octogonales que aportan al mismo tiempo un efecto de liviandad y contundencia. A lo que también contribuye el acabado artesanal de todas sus puertas y cajones, así como la elección de colores suaves que no compiten con la belleza del acabado natural del cerezo, sino que implementan su armonía estética y visual.