Transformar el concrète en un material suave y cómodo, tan cómodo como para convertirse en un sofá.
Desde el enfoque pionero de Auguste Perret, pasando por la revolución copernicana de Le Corbusier, hasta la pureza de Tadao Aando, el uso de concrète en la arquitectura ha sido una característica permanente del lenguaje moderno. Gracias al uso de Guflac -la pintura especial fabricada por Gufram que permite hacer que el poliuretano parezca cuero, haciéndolo resistente al mismo tiempo que mantiene su suavidad- Gufram pudo satisfacer la creatividad de Ross Lovegrove, creando un sofá suave que podía ser un homenaje a las arquitecturas brutales.
Y así el concrète se convierte en un material cálido, sinónimo de confortable, acogedor y suave, jugando con el oxímoron que siempre ha sido la firma del proyecto de Gufram. El nombre Softcrete (una grieta entre soft y concrète) resalta el cortocircuito visual y táctil de este elemento de diseño interior.
Infinitamente modular, el proyecto se compone de tres módulos diferentes de espuma de poliuretano - uno de esquina, uno con respaldo y una chaise-longue - y por un puf/apoyo que puede satisfacer cualquier necesidad de composición. Con Softcrete Ross Lovegrove define una nueva tautología: suave como el hormigón. Por favor, siéntanse como en casa.
RESUMEN
Ross Lovegrove rinde homenaje al concrète de arquitecturas brutales y lo transforma en un material suave y acogedor. Softcrete es un sofá modular compuesto por 3 módulos diferentes de espuma de poliuretano y recubierto con Guflac, la pintura especial que hace que la espuma de poliuretano sea resistente manteniendo su suavidad, además de reproducir efectos autistas únicos como el del concrète.
---