¿Qué ocurre si una columna griega Majestic se cae y se rompe en varios pedazos? La respuesta es obvia: se transforma en un salón Gufram. Los restos son, de hecho, hallazgos arqueológicos contemporáneos, que dan vida a un sistema modular de asientos -de gusto neoclásico y actitud Pop- que pueden existir como elementos individuales o combinarse entre sí. Este arquetipo arquitectónico, realizado en poliuretano, se convierte así en una serie de objetos de diseño industrial de suave textura y acogedora ergonomía.
La voluta jónica, que es la parte superior de la columna y no por casualidad se llama Capitello, se convierte en una lujosa chaise longue.
La sección transversal se llama Attica, y es el descarado asiento con un cojín punteado en blanco y negro. La sección de la base, de forma cónica cilíndrica, es la mesa Attica TL, con una superficie de cristal bifacial, opaca por un lado y brillante como un espejo por el otro.
Si entonces, en un intento de autocelebración irónica, desea exhibir en su casa un hallazgo arqueológico del diseño, puede apilarlos uno sobre otro y así recomponer toda la Columna en su monumental y lúdica osadía.
Attica y Attica TL están fabricadas con bloques de poliuretano esculpidos a mano, al igual que las columnas del Erecteión de la Acrópolis de Atenas
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