Mémoire no es sólo una mesa, es también un objeto precioso, en el que las formas suaves y sinuosas se entrelazan y componen geometrías tranquilizadoras pero no previsibles. Mirándola, de hecho, nos viene a la mente la belleza de los signos, las superficies y los sabores que reinterpretan el pasado. Y así, cada una de sus curvas se convierte casi en una caricia y envuelve al usuario como una mano dulce, grácil y acogedora. En el Salone se presenta con el tablero en raíz de fresno teñido de gris y en la versión redonda.
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