Este plato es el que más ofrece una variedad de colores que se mueven entre amarillos y marrones -además de contener trazas de verde- y que más se asemeja a la tierra y a los colores más oscuros del campo, hasta el punto de que se trata de un espectro que van desde los tonos claros y realistas hasta la negación del color: el negro. Ocre, verde cinabrio, verde oscuro, oliva, tierra de Cassel, cobrizo, centeno, leonado son las tonalidades habituales ya veces parece formar parte de un gran fresco de un bosque accidentado visto desde arriba. O incluso manchas abstractas de color heterogéneo que revisten el lienzo dando una solución de continuidad en el espacio y el tiempo, como un unicum que contiene sus propias diversidades.
Material: acero ferrítico revestido