Rodeada de un bosque mágico con vistas al río, esta casa fue concebida como un refugio de tranquilidad en plena naturaleza. Las líneas arquitectónicas limpias y los grandes ventanales crean una perfecta integración entre el interior y el exterior.
Elena, la propietaria, quería un espacio donde pudiera disfrutar en calma de sus momentos de relax, pero que también estuviera diseñado para recibir a sus amigos y compartir con ellos cenas y tardes juntos.