Ser capaz de decorar con discreción, pero siempre con un toque de capricho. Ser capaz de mezclar piezas que pueden dialogar perfectamente entre sí, sin ser idénticas.
De esta idea y de esta necesidad nacieron las mesas de centro Up-Down.
Una familia caracterizada por una elegante base interpretada de dos formas diferentes. Generada por un signo que, casi al revés, permite disponer de dos tipos de estructuras sobre las que se asientan tableros en diferentes materiales. Un mismo lenguaje para una mezcla de elementos versátil y refinada .
---