Una casa de lujo situada en IJburg, un conjunto de islas artificiales al este de Ámsterdam, requería una escalera característica.
Los propietarios optaron por una escalera flotante con peldaños fijados a la pared sin largueros visibles. Se añadió una barandilla de cristal transparente para cumplir la normativa, pero manteniendo la apariencia de peldaños flotantes.
---