Un jacquard reinterpreta el icónico tweed en un entrelazado de hilos de trama y urdimbre texturizados e irregulares, de los que surgen destellos metálicos. La urdimbre doble, de aspecto algodonoso, mejora la estabilidad y la resistencia, lo que la convierte en un tejido ideal para aplicaciones de asientos intensivos. La estructura entretejida de las fibras, que recuerda a la rafia, confiere un tacto nítido y un aspecto compacto a este tejido ignífugo y lavable.
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