"Creo que la sensación de seguridad es algo que siempre estamos buscando. Es lo que distingue un lugar acogedor y familiar, como el hogar, y lo hace diferente de cualquier lugar", comenta Alessandro Busana, diseñador de la butaca Lock. Un mueble que coloca al usuario en el centro, desarrollándose a su alrededor a través de una cinta acolchada que se cierra en sí misma para formar el resplado. La tapicería, de tela, piel ecológico o piel, es completamente desenfundable y se puede elegir en uno o dos colores (diferentes para la parte delantera del asiento y el respaldo). Para la base de la butaca, de metal pintado, es posible optar por cuatro patas delgadas o por una base giratoria original. La versión Lock ego (con acolchado) completa la colección.