El nombre de la familia de sillones se inspira en la figura del Doge, el jefe de gobierno en los tiempos de la Serenísima República de Venecia. La presencia de dos lóbulos que parten del apoyabrazos y envuelven el asiento recuerdan de hecho el tocado del Doge, otorgando al sillón distinción y autoridad en su forma. La evocación de una estética de los años 70, junto con una contemporaneidad explícita en concepción y material, sitúa a Doge en un mundo donde reinan la elegancia y la simplicidad de diseño. El sillón Doge está disponible en tres modelos. El sillón con base tapizada ofrece una configuración compacta y equilibrada en proporciones, proporcionando desde el primer vistazo una sensación de comodidad en cada ocasión de uso. Las otras dos variantes son ligeras y elevadas: una más modernista, con una base central de cuatro patas y mecanismo giratorio, y la otra con importantes patas de madera maciza. Las tres versiones transmiten una inmediata familiaridad personal en su forma de presentarse, revelándose como intérpretes desenvueltos tanto en el mobiliario residencial como en el mundo de la hospitalidad.