Su respaldo bajo alineado con un reposabrazos que recorre toda su longitud y su dinámico asiento recuerdan la línea y el confort de un sofá Chesterfield club. La introducción de un tamaño intermedio de 1,5 m refuerza este aspecto acogedor. Su diseño reutiliza las tiras de metal, que se han convertido en la firma de Aréa. El diseño muy gráfico del banco Madère le confiere un equilibrio estético perfecto e intemporal.
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