Si una colección está diseñada no sólo para entrar por el túnel de los ojos sino para quedarse a vivir en ellos, ésta es Diplomatic, una manifestación de la elegancia.
También una colección cerámica puede presentar numerosas ramificaciones de la elegancia. Pero la de Diplomatic se evidencia singular porque conjuga un atrevimiento cromático con una alternancia clásica en sus despieces decorativos.
Diplomatic debe su nombre a las rayas, tenues, que surcan las piezas de la colección y que están inspiradas en la raya diplomática de trajes y camisas. Absorber una elegancia tradicional para implementarla en un diseño vanguardista capaz de contentar a un amplio espectro de los gustos personales. .
Subyugan sus púrpuras, sus burdeos, sus azules oceánicos, sus turquesas, sus mokas. Un caleidoscopio que insta a querer decorar la cocina y el baño con todos a la vez, porque lo más dificultoso de Diplomatic es decidirse por una sola combinación y desestimar las restantes.
Aunque una pieza cerámica es rígida en si misma, contrariamente a esta condición física de la materia, la colección es flexible, maleable, concebida tanto para clientes con una inclinación hacia los colores intensos como para aquellos partidarios de los tonos más neutros, más suaves. Siempre con la posibilidad de intercalar el clasicismo de una cenefa de frutos secos o rojos, u otra en la que sorprende el puente de Brooklyn iluminado en una noche de primavera neoyorquina.