En general, el césped puede instalarse en los tejados utilizando semillas o césped, igual que en el suelo. Si se utiliza césped, debe elegirse una calidad adecuada para suelos arenosos. La elección del tipo de césped y su estructura son de vital importancia. Hay que decidir claramente el uso futuro del césped. Una vez decidido esto, se puede determinar la estructura y el tipo de césped adecuados para la cubierta vegetal, así como el sistema correcto de gestión del agua y los fertilizantes.
En comparación con el suelo natural, hay que prestar más atención al riego y al suministro de nutrientes para el césped de un tejado. Es importante un suministro ininterrumpido desde el principio. Un jardín excavado libera nutrientes y también recibe un suministro posterior de humedad desde abajo. Este no es el caso del sustrato en un tejado. Por razones medioambientales, no se añaden fertilizantes a los sustratos. Por lo tanto, se requiere una mayor fertilización y, si es necesario, un riego más frecuente.
Para garantizar un césped verde incluso durante los periodos secos, debe integrarse en la cubierta verde un sistema de riego profesional. Puede ser en forma de aspersores emergentes o de un sistema de riego por goteo suficientemente compacto.
Los niveles recomendados por los fabricantes de fertilizantes suelen ser demasiado bajos para los sustratos de cubierta, sobre todo en las fases iniciales. En cualquier caso, conviene atenerse al límite superior (normalmente para suelos arenosos) o incluso superarlo y abonar a tiempo.
Un corte regular y limpio reducirá los altos niveles de pérdida por evaporación y proporcionará un buen aspecto continuado.
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