Ekeko llama la atención por su cabecero redondeado, cuya comodidad está garantizada por dos mullidos cojines, y por la inusual forma del somier, que recuerda a la quilla de un barco. Un detalle inconfundible.
La palabra clave aquí es cambio. Cambio de perspectiva y de horizonte, en busca de nuevas experiencias y puntos de vista poco convencionales. Para darnos más energía, entusiasmo y vitalidad. Para mejorar.
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