Ligero y libre como una mariposa, extensible y plegable como una mampara, ORIGAMI, diseñado por Alberto Meda, es todo eso, un calorífero eléctrico plug&play que dialoga con el espacio en el que se instala. En efecto, ofrece la posibilidad de separar dos ambientes, de conservar la intimidad y de amplificar una atmósfera de discreción, aumentando la sensación de bienestar.
El sofisticado sistema electrónico de Origami lo convierte en un calentador de eficiencia elevada: se controla mediante un comando touch que permite encender y apagar el calorífero y regular su temperatura en tres distintos niveles de intensidad, remodulando de esta forma los consumos energéticos y permitiendo elegir la temperatura según las propias necesidades.
Son tres las versiones de Origami, que se adaptan a todos los ambientes del hogar y que se caracterizan también gracias a los accesorios que las completan: en la versión free-standing, pliegue tras pliegue, los módulos amovibles permiten delinear el espacio como una auténtica mampara; el modelo de pared - con elemento individual o doble – se transforma, si es necesario, en un elegante calentador de toallas ocultable; por último la versión tótem es una original reinterpretación en clave moderna de la magia que se encierra en el antiguo arte japonés de los origamis y se transforma en un complemento de mobiliario calentador y autoportante.