Inspiradas en las ramas de los árboles de la región montañosa de Nagano en Japón, característica por sus paisajes invernales y como adquieren ese volumen suave y sinuoso tan característico cuando éstas quedan cubiertas por la nieve. Nagano es un ejercicio de líneas muy meditadas que dan lugar a una pieza de apariencia sutil, natural y orgánica.
En sus dos versiones con brazo y sin brazo, las formas nacen del mismo producto y se abrazan entre sí, dando forma a un diseño cautivador, escultórico y compacto. Para su fabricación ha sido necesario enlazar múltiples procesos, tanto industriales como tradicionales, combinándolos entre sí con gran destreza técnica. Se ocultan las uniones y herrajes para dar una apariencia sólida y reforzar el aspecto escultural del diseño.