Este elegante clásico de madera curvada es una obra maestra desde el punto de vista de la construcción y fabricación: el arco ancho, que es respaldo y apoyabrazos al mismo tiempo, consiste en una sola pieza curvada de madera maciza de haya. Al igual que el original de la silla de madera curvada, el modelo n.º 214, la 209 también consta de sólo seis partes. Gracias a su reducción estética combinada con su forma orgánica, parece casi una escultura. El arquitecto suizo Le Corbusier quedó entusiasmado con ella y la utilizó en muchos de sus edificios, entre ellos en la urbanización Weißenhof de Stuttgart en 1927. Afirmó de ella que «... esta silla posee nobleza». Se fabrica en nuestros talleres de Frankenberg.