El hammam es un ritual de baño en el que el masaje tradicional oriental con cepillos de jabón desempeña un papel fundamental. Es un tratamiento calmante y de limpieza profunda que, al mismo tiempo, desintoxica el cuerpo y favorece una circulación sana. La piel se exfolia y los poros se limpian de impurezas. La piel se refresca con el masaje del cepillo de jabón. La piel se vuelve suave y flexible, parece cuidada y resplandece de salud gracias a la mejora de la circulación. El masaje con cepillo de jabón es la preparación perfecta para una visita a la sauna. La espuma aromáticamente enriquecida y con pH neutro se masajea en la piel con un cepillo. Existe una amplia gama de fragancias. Dependiendo de los efectos deseados, se utilizan distintos cepillos y guantes exfoliantes. Tras el masaje, el jabón se retira con la mano o se aclara con agua tibia. Tras unos 25 minutos de tratamiento, el cuerpo se mima con un último tratamiento de cuidado, por ejemplo la aplicación de diversas lociones corporales.
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