Fabricamos pilares de hormigón armado con geometría cuadrada y rectangular, con secciones que oscilan entre los 40 y 120 centímetros. Longitudes máximas de hasta 30 metros.
Según las necesidades de la obra y/o su ubicación realizamos pilares con empotramientos de diferentes tipos:
Cáliz: Es la tipología de empotramiento más utilizada, debido a su mayor facilidad de puesta en obra, además de permitir unas mayores tolerancias de posición en su ejecución.
Atornillado: Es un tipo de unión que, por sus características permite una reducción del canto de la zapata y una disminución considerable de los esfuerzos de punzonamiento, siendo ideal para cimentaciones con losas armadas. Así mismo se pueden realizar uniones pilar-pilar y muro-pilar. Esta solución requiere un alto nivel de precisión en la ejecución.
Vainas: Las ventajas de este tipo de empotramiento son las mismas que para el tipo atornillado, con más dificultad de montaje debido a la necesidad de apuntalamiento hasta el fraguado de la unión, aconsejando no superar una altura de pilar de 7 metros.
Las terminaciones de los pilares, en su parte superior, están sujetas a la tipología de los elementos ubicados en ellos, permitiendo así una gran diversidad de acabados. Tipos de cabezales rectos, esviados, con encaje abierto y cerrado, con hierros salientes, etc.