La pequeña tumbona Lullaby, con su inusual configuración e inclinación, evoca el confort y el acto de acunar. Su nombre, inmediato y agradable, es casi onomatopéyico: la "L" recuerda la forma de las patas de madera, mientras que la "U" identifica el sofá en planta, además de evocar un movimiento de balanceo. Pequeño objeto de deseo con una forma sobre plano que atrapa la mirada a pesar de sus reducidas dimensiones. Lullaby revela sofisticados detalles tras su aparente sencillez, como el pequeño pie de apoyo en metal pintado cuvée, la estructura maciza de fresno y el revestimiento en suave tejido, piel o ecopiel. Se trata de un particular homenaje de Porro y el diseñador a la Bauhaus y su dictado de conciliar funcionalismo y purismo formal, en una fusión ideal de creación artística artesanal y producción industrial.
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