Hágase la luz sobre los cuerpos trémulos de pasión! La divina frase de la
creación resuena ante el deseo sublimado, ante el fuego en la piel, ante
la pulsión abrasadora de los amantes que se buscan para fundirse en un
ahogado éxtasis de placer. Y yo me pregunto: Por qué las palabras lujo y
lujuria se parecerán tanto?