La experiencia adquirida por ocho generaciones de nuestra familia en la producción de Cotto, junto con la maestría de la arcilla "Turchina" y "Giglia" típica de nuestra cantera, nos ha permitido redescubrir una serie limitada de ladrillos utilizados para embellecer los palacios florentinos de los siglos XVII y XVIII. Estas seis combinaciones diferentes, estrictamente artesanales y particulares por el contraste cromático entre los dos tipos de arcilla, contribuyen a realzar la elegancia y la singularidad de los suelos de ladrillo.
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