De la creatividad en continua evolución del maestro Fabio Fornasier surge otra creación: LUgiano, el resultado de un camino introspectivo que ha llevado a Fornasier a recorrer su propia carrera artística, desde los orígenes clásicos hasta las creaciones contemporáneas.
LUgiano ("LUJanus" en honor al dios romano de los comienzos y las transiciones) se compone de dos mitades de dos lámparas de araña: una tradicional con hojas y flores, y una típica lámpara de araña LU. Las dos partes están unidas por un espejo que, con sus reflejos y dependiendo del punto de observación, permite al observador ver una u otra araña en su totalidad. También la elección del color oscila entre la modernidad del negro -más propio de las lámparas LU- y el dorado clásico, utilizado para las decoraciones.
Aquí, por un lado, LUgiano rinde homenaje al bagaje artístico de su creador, que se formó técnicamente según los estilos clásicos, y a las técnicas tradicionales de elaboración del vidrio de la isla veneciana de Murano, mientras que, por otro lado, destaca los logros que nos han traído un nuevo concepto de iluminación: obras de arte que iluminan.
Todo esto nos ha traído LUgiano, la obra de arte que -como la divinidad de dos caras- puede contemplar tanto el Pasado como el Futuro de una historia antigua, como la historia que une a Venecia con el vidrio encantador.
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