El Carrusel es un clásico imán de los parques infantiles que atrae a los niños una y otra vez. El secreto de su éxito es la respuesta inmediata que da a los niños: cuando se mueven, les hace girar de nuevo. La amplia plataforma permite girar sentado, de pie e incluso tumbado. De este modo, se puede acomodar a usuarios de distintas edades y capacidades. Cuando se está de pie, los asideros ofrecen un agarre firme. Esto puede ser necesario en los estimulantes paseos salvajes. Además de ser muy divertido, el carrusel ofrece un gran entrenamiento muscular cuando los niños lo ponen en movimiento. El giro también entrena habilidades motrices cruciales, como los sentidos del equilibrio y el espacio. Éstos son fundamentales para juzgar las distancias y, por ejemplo, navegar por las calles con seguridad. El sentido del equilibrio también hace posible que los niños se mantengan sentados en una silla. Así que los carruseles son más que una simple diversión.
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