Emile nació de la idea de prolongar la nostalgia de las fiestas y su bienestar.
Introduzca en nuestros interiores este asiento informal, desenfadado y tan cómodo que es la tumbona a pleno sol o a la sombra del árbol secular.
La transformación operada por el diseñador Guillaume Hinfray, no se hizo sin algunas correcciones.
Este sillón de interior acoge a su anfitrión con generosas proporciones y un ingenioso y muy sencillo sistema de balanceo... como una mecedora.
Los materiales han adoptado una actitud decididamente lujosa. Cuero plena flor doblado con fieltro de lana apurado para el asiento, roble macizo pulido a mano y detalles de latón.
Plegable, esta silla se verá quizás como una silla auxiliar pero, una vez probada, será adoptada y encontrará un lugar en el salón donde permanecerá visible, como un auténtico objeto de deseo.
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