Con su línea pura y ligeramente orgánica, el puente Maria evoca el diseño escandinavo de los años 50. Rediseñado con un espíritu más contemporáneo, su elegancia retro se revela plenamente cuando se presenta en piel.
Su comodidad absoluta la convierte en una silla ideal para un comedor lleno de carácter. También es perfecta para un despacho o un dormitorio.
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