Los grandes y modernos frentes de cristal intensifican aún más este efecto. Para contrarrestarlo, hay que refrigerar la zona de trabajo.
La ventilación natural controlada utiliza las diferencias de presión naturales entre el interior del edificio y el exterior para el intercambio de aire.
Este gradiente de presión puede conseguirse rápidamente abriendo las ventanas y sombreándolas con láminas perforadas. No son necesarios ventiladores adicionales ni una gran cantidad de energía.
El sombreado puede ser en forma de persianas móviles que se ajustan automáticamente en función del sol, una persiana de ventana clásica o mediante una ventana de ventilación paralela que garantiza además la seguridad de un edificio.
Además de sostenibilidad y eficiencia energética, ofrece una fuente de refrigeración natural y respetuosa con el medio ambiente.
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