La sede, denominada el cubo, es el corazón del nuevo barrio ThyssenKrupp. Más de 500 empleados encontrarán su nuevo lugar de trabajo en este edificio de forma cúbica. Con una altura de 50 metros, se eleva por encima de todos los demás edificios del campus sin dominarlos indebidamente.
Tampoco es su altura, sino su forma llamativa y expresiva lo que confiere al edificio un estatus prominente. El entrelazamiento geométrico de los distintos volúmenes en torno a un centro común crea un aspecto exterior fascinante. En el interior también se crean espacios fascinantes. El atrio acristalado constituye el centro. Se extiende a lo largo de diez plantas y está estructurado por numerosos niveles intermedios y pasarelas. Dos grandes ventanas panorámicas acristaladas forman los extremos de la sala, al norte y al sur, cada una orientada hacia el eje del agua.
El ejemplo de la protección solar ilustra cómo se combina la arquitectura del nuevo campus con el mundo de productos de ThyssenKrupp. Para la protección solar se utilizaron productos de acero inoxidable del Grupo en una superficie total de fachada de 8.000 metros cuadrados. ThyssenKrupp, como cliente, proporcionó un apoyo completo y activo en la búsqueda de soluciones técnicamente innovadoras y en el esfuerzo por alcanzar unos estándares estructurales óptimos.
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