Tan luminoso, suave y seductor como las visiones de un poeta: es el terciopelo de algodón en su forma más suntuosa. Con un pelo extremadamente largo y grueso, su densidad requiere varias sesiones de teñido del hilo para saturar su color y lograr el tono exacto deseado en una gama de tonos intensos. De tacto compacto, es adecuado para cortinas y asientos.
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