El diseño geométrico tridimensional y monocromo que evoca refinadas incrustaciones de ébano y nácar es fruto de la pericia técnica desplegada en el uso alternado de hilos metálicos y mates voluminosos sobre un fondo satinado.
Cada siete hilos, un hilo manifiesta una presencia dorada, que emerge para realzar el dibujo y evocar el minucioso trabajo de un experto incrustador. El motivo geométrico a gran escala flanquea el aplomo con un sutil toque de seducción. El "savoir-faire" de Dedar en la técnica del jacquard se traduce en una intuición centrada en la armoniosa alternancia de hilos metálicos y mates voluminosos sobre un fondo de seda, definido por la elegancia clásica de la seda.
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