Acabar una pared siempre ha sido una opción atractiva. En el pasado, era el área privilegiada de la ebanistería clásica: el uso de la piel, sin embargo, lo hace todo posible, como la idea de un caparazón que cubre la habitación con materiales cálidos y valiosos.
El diseño resultante puede ser muy moderno o minimalista, como en Orizzonte, donde las líneas horizontales del bordado recuerdan la sencillez esencial de las casas japonesas.
Los paneles revestidos de cuero, a diferencia de los papeles pintados, tienen una cualidad adicional: un grosor y una suavidad que se perciben incluso con la sencillez del factor decorativo.
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