Totalmente revestido en piel, Toscana es un aparador de grandes dimensiones y un uso versátil, debido a sus variantes con cajones o con puertas en el interior.
La característica de Toscana, común a las dos versiones, está en los compartimentos angulosos: las puertas exteriores se abren como un edículo, en el sentido latino del término: casi un pequeño templo que revela su contenido al abrir las alas de sus cierres laterales.
Estructura con dos columnas de acero que recuerdan su forma de templo, Toscana se presta a diferentes disposiciones, siempre con gran sobriedad.
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