Las formas redondeadas del Amalfi recuerdan a los años 50, la edad de oro del diseño italiano.
En realidad, el impulso inicial fue el deseo de acabar con los modelos habituales de construcción en los que el ensamblaje lógico de base, hombros y parte superior dicta las reglas de diseño y conduce forzosamente a las formas cuadradas de siempre.
Así, el Amalfi nació del deseo de alejarse de estas limitaciones formales: está fabricado con un exclusivo contrachapado curvado que une las partes horizontales y verticales del mueble de forma continua. Las costuras quedan fuera de la vista, los lados se liberan de la cuadratura..
Un mueble sin aristas, por excelencia. Formas reinventadas que van más allá de los clichés habituales, incluso en lo que respecta al acabado.
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