El Erice está dedicado a su homónimo: una espléndida ciudad de la costa de Sicilia que domina el azul del Mediterráneo desde la montaña.
Al igual que Erice, este escritorio encarna dos naturalezas: la de un rincón privado en el que trabajar, pero también la de un lugar en el que labrarse un espacio personal y dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Con sus reducidas dimensiones, es un cofre para los objetos más preciados.
El escritorio está equipado con un tablero colgante, cajones y un estuche integrado que puede albergar un espejo o apoyar una tableta.
La estructura en esencia de madera se combina con el cuero, un soporte de escritura natural por excelencia.
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