Una forma pura que se abre a la luz.
Cleomede nace del vacío: un círculo que se expande en el espacio, creando un volumen que acoge, protege y difunde, dejando que la luz emerja como por arte de magia.
Su interior hueco se llena de luz, realzando texturas y materiales.
Una óptica inclinada y asimétrica modela el espacio con precisión, sin dispersión, mientras la fuente permanece oculta, para una iluminación suave, íntima, casi misteriosa.
Pensada para exteriores, perfecta también en interiores, Cleomede se orienta en múltiples direcciones, adaptándose con naturalidad a cualquier espacio, entre funcionalidad y poesía.