Funivia es una red funcional de relaciones, material e inmaterial, libre e inclusiva capaz de evolucionar a través de la cooperación de sus elementos. Parte de lo esencial, con espíritu "alpinista" descubre un nuevo nivel de libertad de la luz en los espacios.
Una cuerda, el cable que transporta la energía, y unos clavos, los elementos de sujeción en el espacio, son la base para llegar lejos, superando los límites que da la rigidez de los sistemas. El cable, con una sección mínima especial pero capaz de soportar esfuerzos tanto mecánicos como térmicos, es el canal de distribución de energía del sistema y el elemento portante sobre el que se conectan los elementos ligeros, discurre sin fisuras en el espacio trascendiendo los límites de las tres dimensiones. Se fija al lateral, al suelo o al techo mediante elementos mecánicos. Recorre su interior sin necesidad de ser cortado y, por tanto, interrumpido, dibujando en el espacio una red de líneas regulares, horizontales o verticales, pero también libremente inclinadas. A partir de una sola toma de corriente puede funcionar indefinidamente, siendo el único límite la potencia instalada en su longitud.
Funivia no está ligada a una red eléctrica ni a un diseño predefinido, puede entrar en cualquier espacio en cualquier momento y dibujar la luz con la máxima libertad, puede generar una calidad de funcionamiento extraordinaria incluso sin una instalación ad hoc una intervención específica en el espacio.
Los elementos luminosos se enganchan al cable gracias a un elemento "puente", una especie de cerradura que roba la corriente, fija mecánicamente la luminaria y toma energía del cable.
También en esta red digital cada luminaria tiene su propia identidad, su propia dirección IP, a través de la cual se puede gestionar con los sistemas Dali o con Artemide App
---