Con Lanuda, Riccardo Blumer desarrolla su investigación sobre el diseño de asientos, pasando de la madera de Laleggera (1996) al aluminio.
Si bien Laleggera y Lanuda encarnan el mismo principio de sustracción esencial -el primero emplea espesores mínimos de madera en una estructura de caja, el segundo utiliza láminas de aluminio elaboradas con una lógica reticular-, es con Lanuda cuando esta investigación alcanza su límite extremo. El asiento toma forma a partir de diez láminas de aluminio de sólo 2 mm de grosor, que se someten a un proceso de corte por láser y perforación hasta el límite máximo posible, reduciendo la superficie al mínimo y haciendo que el asiento quede, de hecho, desnudo (en italiano "La nuda" significa "El desnudo").
El resultado es una silla apilable caracterizada por un diseño rico y complejo. Un tratamiento especial del aluminio crea una serie de triangulaciones con membranas estructurales que se pliegan y fijan mediante remaches mecánicos.
Lanuda está disponible en negro total, una elección cromática que acentúa la naturaleza gráfica de sus líneas esenciales y el fuerte carácter de su diseño. Con este proyecto, Alias confirma su compromiso con la experimentación y la innovación, un camino ya recorrido por el éxito de Laleggera, en constante producción desde 1996.
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