Tender puentes entre la estética atemporal y la forma memorable siempre ha sido una especialidad de Wittmann. Marlow, discreta pero con mucha presencia, es la última prueba de la mano segura con la que la fábrica se centra constantemente en la artesanía de precisión y el diseño de primera clase. Sebastian Herkner aportó su inconfundible firma, diseñando un sofá y una tumbona desenfadados y sensuales para el uso diario.
Cuando se trata de muebles, el tan buscado factor de elegancia tiene menos que ver con la finura técnica que con un plus de calidad de vida. Un sofá es inteligente cuando se integra sin esfuerzo en nuestro entorno favorito, se adapta a sus dueños y enriquece la vida cotidiana con una sensación de haber llegado. Marlow lo consigue con curvas suaves y tapizados mullidos. Un núcleo de muelles ensacados garantiza -como es típico en Wittmann- la máxima comodidad de asiento. Un ribete colocado con precisión enmarca los cojines de los brazos y el respaldo. El sofá es a la vez acogedor y comunicativo, así como compacto y adaptable. Oculto bajo los cojines de los reposabrazos hay un bolsillo en el que pueden desaparecer rápidamente revistas o papeles de trabajo cuando se necesiten. A petición, este bolsillo contiene opcionalmente un pequeño paquete tecnológico con una toma de corriente y dos puertos USB, para trabajar relajadamente en un ambiente privado. Todo esto es válido también para el sillón lounge.
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