La mesa auxiliar que acompaña al clásico sillón 369. El tablero de cristal permite ver la estructura que hay debajo. Las delgadas patas cromadas se extienden a ambos lados. Para relajarse con una revista o un aperitivo, en el salón o la sala de estar.
La familia 369 es sinónimo de relevancia duradera: desde los años 50 hasta hoy, este clásico intemporal ha encajado armoniosamente en una gran variedad de entornos de vida y hostelería. En el momento de su desarrollo, la silla de carcasa compacta alteró el lenguaje estilístico de toda una época. Sus aliados procedían de Escandinavia, la Bauhaus y las vanguardias. Las líneas rectas de la época fueron contrarrestadas por las líneas fluidas y la dinámica escultural de esta silla.
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