Brazo de ducha montado en el techo, cabezal de ducha con boquilla.
Lejos de ser anticuada, esta colección revisa los estándares del siglo XIX, incorporando un diseño descarado y siluetas sustanciales. La técnica, aquí llevada maravillosamente a sus límites, muestra caños abocinados, hábilmente restaurados hasta hacer resonar la particular melodía del agua que cae en cascada desde una fuente.
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